Durante
la última semana antes de navidad conseguí que me prestasen 2 robots que había conocido
en un training del distrito porque tenía muchas ganas de enseñarlos a mi clase.
Ya que Code.org les había encantado quería ensenarles cómo se podía aplicar
todo ese conocimiento de programación (Coding) para controlar un robot.
Me
prestaron a Sphero y a Dash. Aquí los presento.
Sphero
es una bola, una pelota transparente con luces que se mueve en todas
direcciones a todas las velocidades. Para usar a Sphero hay que tener un conocimiento
un poco mayor de programación, pero también tenía la opción de usarlo con
control remoto o incluso (y esto es lo más chulo) dibujarle el camino. Ya conocia esta 'marca' de robots porque son los mismos que hacen los robots de BB8 y R2D2 de Star Wars.
Dash es
un pequeño robot azul con tres ruedas. Desde el primer momento que lo vi en el training
me enamoré 💜. No solo se mueve y corre, como Sphero, sino que también gira la
cabeza ¡Y HABLA! Y canta, juega, se enfada, se ‘tropieza’, se queja y se ríe. Es
una monada y encima es azul. Lo divertido fue cuando me lo lleve a casa para
configurarlo y mi gato (Cometa) no paraba de acercarse a él. Por supuesto,
luego hice que Dash persiguiese a Cometa por toda la casa para mi
entretenimiento y el enfado de mi pobre gato 😂
Mis niños
estaban muy contentos cuando se los presenté y estaban deseando jugar con ellos.
Un día, cuando todos me preguntaban cuando iban a poder jugar con Dash y
Sphero, una niña se levantó y les dijo: ‘No vamos a jugar con ellos, vamos a
aprender con ellos, pero seguro que será tan divertido que pensaremos que
estamos jugando.’ Un poco más y me la como <3
Toda
esa semana Dash y Sphero era una recompensa por haber trabajado y comportado
bien durante el día. También era un premio para los que habían llegado más
lejos en los niveles de Code.org. Al final todos consiguieron estar con Dash o
con Sphero durante un rato. Empezaban moviéndolo con el controlador para
acostumbrarse como se movía y que tipo de movimientos tenía. Crearon
un camino con bloques y tenían que intentar ir de un lado a otro sin chocarse o
al menos no destrizar demasiado el camino. Cuando ya lo sabían
controlar, pasaban a la parte de aplicaciones para programar los movimientos.
Sphero solo tenía una aplicación para el iPad que lo incluía todo, pero Dash tenía
4 apps y cada enseñaba diferentes formas de programar, más fácil o más difícil.
Una de ellas era simplemente crear un camino y ‘arrastrar’ los movimientos que pedía
la tarea. Muy básico pero necesario. En otra de las apps, tenías que ‘arrastrar’
igualmente las acciones, pero ya si tenías que modificarlas, la velocidad, las
luces, el sonido… Son muy muy interesantes todas las apps, cada una adaptada a
un nivel de conocimiento y dificultad diferente.
Sphero
lo vi de un nivel un poco más avanzado para mis niños, pero Dash me encantó y
me encantó todo lo que mis niños hicieron y aprendieron con él.