Se nota
que se acerca Thanksgiving. Y mis niños lo notan también. Necesitamos vacaciones,
aunque solo sea una semana, pero necesitamos no tener que estar en la escuela durante
8 horas desde las 7.30 de la mañana. Y después de esta semanita de vacaciones
estaremos deseando que lleguen las vacaciones de navidad, eso es así.
Pero al
fin ha llegado el último día antes de las vacaciones y ha caído en viernes. Último
día de la semana, ultimo día antes de irnos de vacaciones por una semana… ya os
imagináis lo tranquilo que ha sido el día…
El año
pasado empezamos a hacer para todos los días ‘especiales’ diferentes
rotaciones. Cada clase preparaba una actividad, académica o no, según lo que decidiésemos,
y los niños rotaban de clase en clase para hacer diferentes actividades con diferentes
maestras. Este año queríamos seguir con la tradición porque los niños disfrutan
mucho de las diferentes actividades y salir de cada clase con una cosa
diferente. Pero este año solo somos dos, Ms Jiménez y yo, para los niños de las
clases bilingües, así que, al igual que hicimos en la rotación de Halloween, hemos
preparado una rotación de Thanksgiving, aunque solo sea entre dos clases.
Yo preparé
la actividad de ‘Los Pavos Matemáticos’ (Mathematician Turkeys). Con dos vasos
de plástico, crearon el cuerpo y la cabeza de los pavos: la parte de arriba (y
grande) del vaso sería la platilla para el cuerpo y la parte de abajo (y pequeña)
serviría para crear la cabeza. Luego, con unas plantillas que yo había creado
para las plumas, tienen que trazar y recortar 6 plumas de diferentes colores,
aunque algunos no usaron mis plantillas y crearon sus propias plumas, más
grandes o más pequeñas. En realidad, algunos hicieron unas plumas más pequeñas y
les quedó muy gracioso el pavo porque con las plumas que yo hice se quedaba
demasiado grande y ocupaba mucho 😓
En el
centro del pavo tienen que escribir un número de 2 cifras, pero no pueden repetir
el mismo número, así que cuando van terminando de recortar todas las partes del
pavo, tienen que levantarse y escribir su número y su nombre en la pizarra,
mirando antes que nadie haya elegido ya ese mismo número.
Una vez
elegido el número, lo escriben en grande en la barriga de su pavo y en cada
pluma tienen que representar ese número de diferentes formas:
- una
suma
- una
resta
- tally
marks (los que eligieron un número grande me odiaron con esta parte 😅
- forma
en palabra
- forma
expandida
- suma
de números repetidos (esto le salió bien a los que eligieron un número par.
Para la próxima ya sé que tendré que especificar que tienen que elegir un número
par desde el principio para evitar problemas.)
Salió
bien la cosa, algunos mejor que otros, pero les gustó, porque cada uno elegía
el número que quería y con el que se sentía más cómodos representando. También
yo iba prestando atención a los números que elegía cada uno. A algunos les decía
que había que elegir un número mayor que 50 y a otros les decía que podían elegir
uno entre el 10 y el 20.
Cuando van
terminando, les doy una ficha de un pavo que tienen que averiguar las sumas y
las restas para colorearlo de cada color, según el resultado.
Después
de comer, mi clase se va con Ms Jiménez y la clase de Ms Jiménez se viene
conmigo y hago con ellos más pavos matemáticos. Es lo bueno de las rotaciones,
que tienes que preparar solo una actividad para varias clases y ya.
Mientras
tanto, mi clase está terminando una carta como parte de los ‘writing prompts’
que nos ponen los directores a toda la escuela cada mes. Este mes tenían que
escribir una carta a Mr Lopez convenciéndole para que nos dejase comer una tarta
de calabaza en clase (una pumpkin pie, muy típica de estas fechas).
Cuando
terminan la carta, hacen una tarta de calabaza con acuarelas y las pegan en un
plato, para presentarla junto a su carta y que sea más convincente.
Y en
realidad con esto se nos va el día entero y antes de que nos demos cuenta, ya
es la hora de irse a casa a disfrutar de nuestras vacaciones.. Vale, sí que nos hemos dado cuenta.
No comments:
Post a Comment